De la Pantalla a la Democracia - Comunicacion para el Desarrollo
Banderas en Marte
De la Pantalla a la Democracia
LA ESTRUCTURA EN EL MAGAZÍN DOCUMENTAL
BANDERAS EN MARTE PARA COMPRENDER LA INTERPELACIÓN A LO JOVEN
EN ESTE BLOG ENCONTRARA TODOS LOS ARTÍCULOS, LINKS E INVESTIGACIONES DE LOS DOCENTES DE LA UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO SECCIONAL CARIBE, PATRICIA RUIZ ACERO, GERARDO FERRO ROJAS Y DAVID CANEVA AKLE. ESTOS DOCUMENTOS CONFORMAN LA TESIS FINAL SOBRE INTERPELACIÓN Y REPRESENTACIÓN JUVENIL A TRAVÉS DEL PROGRAMA BANDERAS EN MARTE DEL CANAL PÚBLICO NACIONAL "SEÑAL COLOMBIA"
Banderas en Marte
I. INTRODUCCIÓN
La experiencia que se analizará en esta investigación es el proyecto Banderas en Marte, producido conjuntamente por la Secretaría de Educación Distrital de Bogotá, la Secretaría Distrital de Salud, el Departamento Administrativo de Bienestar Social, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, el Instituto para la Investigación y el Desarrollo Pedagógico, Radio Televisión de Colombia (RTVC) y Unimedios de la Universidad Nacional de Colombia.
La manera como están representados los jóvenes en la televisión colombiana, y que tipo de valores promueven los programas nacionales diseñados para ellos, es la problemática global que origina esta investigación.
Para formar ciudadanos y ciudadanas la escuela no basta: hay que abrir todas las puertas y mirar por todas las ventanas. Los ciudadanos y las ciudadanas se hacen en la ciudad, en el contacto con los otros, en el encuentro de sus culturas, sus deseos, sus necesidades y sus sueños.
En virtud de las anteriores consideraciones la formulación del problema de esta investigación se postula así: ¿Qué pistas instaladas en la estructura del magazín documental Banderas en Marte sirven para comprender las formas de interpelación y representación de lo joven y su relación con la promoción de ciertos valores sociales?
La necesidad de estudiar la representación de lo joven en la televisión está fundamentada en la importancia de ésta como herramienta, no sólo de visualización de saberes e imaginarios, sino en su innegable capacidad para la construcción de redes simbólicas de relaciones y significados entre las audiencias juveniles que la consumen.
Comprender la estructura en el Magazín documental Banderas en Marte del Canal Nacional Señal Colombia y su forma de interpelar y representar lo joven.
La pregunta por las representaciones juveniles en la televisión, o las interpelaciones producto de ciertos programas televisivos en relación a lo joven, nos lleva, indudablemente, a preguntarnos por el problema de la Identidad porque consideramos que el estudio de las representaciones juveniles en la televisión, y en especial en el programa Banderas en Marte, apunta a dos trasfondos específicos en relación al papel de lo joven desde lo mediático: 1, a un proceso de construcción de identidad ciudadana en los jóvenes; y 2, a un proceso de construcción democrática a través de la televisión. Las representaciones generan identidades. Ahora, ¿por qué algunos jóvenes se sienten identificados con ciertas representaciones y por qué otros no? ¿Qué tipos de representaciones se dan de los jóvenes en cierto tipo de programas televisivos? Y más importante aún, ¿qué tipo de valores sociales promueven, o cuestionan, ciertas interpelaciones mediáticas?
Hemos dicho que la televisión refleja la realidad de una sociedad al tiempo que la resignifica a través de la pantalla. Pero ¿cómo la resignifica? Las pistas a esta respuesta están en la teoría de la interpelación de la que habla Pablo Vila en su texto Música e Identidad, la capacidad interpeladora.
La cuestión aquí, es cómo esos elementos comunes identitarios, lo que Vila llama la oferta identitaria pasan de un emisor (un texto televisivo o musical) a unas audiencias que las aceptan o rechazan por medio de la interpelación. Es decir: las narrativas como el medio para visualizar la interpelación.
Ese espacio virtual televisivo es cada vez más una forma de revaloración e interpelación, aun más en Latinoamérica, y en especial en países como Colombia. Entendiendo que nuestro sistema de valores ha venido siendo reinterpretado día a día, se sintetizan comportamientos de revaloración de la identidad colectiva, moldeándose súbitamente a través de la oralidad y la estética narrativa que proponen los medios.
El proceso de investigación que adelantamos en Banderas en Marte de la pantalla a la democracia, nos llevó al análisis de varias experiencias y estudios relacionados con lo televisivo, su discurso, y la interpelación a lo joven. Desde esta perspectiva nuestra investigación pretende incluirse en el debate actual sobre la televisión juvenil enmarcada en el contexto colombiano.
“La televisión es un objeto de investigación complejo y elusivo. Complejo por que tiene diferentes caras y elusivo por que se escapa, se desborda, no se puede definir de modo instantáneo, ni de modo sintético” . Por esta razón, en el abordaje metodológico de nuestra investigación es necesario, primero que todo, definir desde qué óptica se analizará el mundo-televisión.
Empezamos identificando la estructura narrativa, el diseño conceptual de los programa, el tipo de temáticas que trabajan, la manera como son abordadas, y desde qué puntos de vista lo son. Para llegar a este punto, primero identificamos la estructura narrativa básica, es decir, la manera como se organizan los programas para ser narrados. Luego, basados en la teoría de Bordwell, identificamos los Sistemas Formales No Narrativos que predominan en los programas. Y para finalizar, se identifican el tipo de temáticas, apuntando al diseño conceptual y al punto de vista.
En los tres programas analizados de Bandera en Marte (El Ocio; Bendito sea el sexo; Liebres, parados, lámparas, perros y calles…) identificamos lo siguiente en relación a sus estructuras narrativas:
• Liebres, parados, lámparas, perros y calle: Este capitulo trabaja el tema del rechazo social y represión del que son victimas ciertos grupos juveniles y la manera como los jóvenes son estigmatizados por su forma de vestir, sus ideas políticas, sus gustos musicales o simplemente por su condición social.
Al visualizar los tres programas se encontraron varios elementos que dan pistas para inferir que éstos están dentro de los lineamientos de los sistemas retóricos y abstractos estudiados por Bordwell.
• EL OCIO: “Yo le dedico mucho tiempo al ocio, que en realidad es dedicarle mucho tiempo a mí mismo.”
Empezaremos identificando los códigos verbales encontrados en la animación que introduce el programa. Hemos identificado dos elementos claves: Uno, lo relacionado al uso del lenguaje popular “…a lo bien jamás imagine que existiera una chica como tu…”; y dos, lo referente al tratamiento que se dará al tema, que desde el lenguaje se evidencia nada moralista sino más bien usando un discurso franco, abierto y joven. “hay mi vida no se valla todavía no me deje así todo calientito…sumercé está hecha una verdadera reina…”
Este capítulo, de los tres analizados en esta investigación, es en el que más se ve utilizado el lenguaje callejero, desde los apodos con los que se suele autodenominar Danilo, un joven de la calle rehabilitado de 22 años, “divino… zarco…el yogur… pechigallina…”, hasta los términos usados por él mismo para referirse a las posiciones de respeto que debían ganar en la calle frente a los demás, “nos tocaba pararnos en la raya, defendernos por nosotros mismos… aprendí a tirar chuzo…”. La narración de Danilo, hecha durante la primera parte del programa, en la secuencia de animación, es un relato corto que resume su vida, su experiencia, y la refleja la vida en la calle. “Ahí era más duro la vuelta, le tocaba a uno pararse duro…”, dice Danilo refiriéndose al período en que vivió en la Autopista. Las frases de Danilo y sus expresiones rudas, son el producto de una vida igual de ruda, formada a la intemperie desde los 9 años de edad. “Los tombos jodían mucho, uno no podía dormir en paz… artos parceros murieron atropellados por los carros por estar corriendo de los tombos…”. Los tombos, los policías, se convierten para Danilo y parceros de la calle, en los tipos malos, los que nos los dejaban dormir y estar tranquilos. “En mi tiempo libre lo que hacía era deprimirme, extrañar mi hogar, mi cama… pero como uno es guerrero, pues cualquier pedazo de cartón servía como cama…”. Danilo se expresa, como el mismo lo dice, cual guerrero de la calle, extraña su hogar, pero sabe que su realidad está en la lucha por guerrearse un pedazo de cartón y sobrevivir; es decir, más allá de la adversidad, lo que Danilo deja ver en su discurso, es el rostro de un joven valiente, valentía que más adelante le servirá para salir de la calle y reorientar su vida, con la misma rudeza y fuerza de un guerrero. “En esta parte de acá dormíamos”, continúa narrando Danilo mientras señala los pastizales de una plaza, “aquí fumábamos bareta y nos encendíamos por lo que fuera… por dilemas maricas… porque uno no se tenía que dejar braviar… esa es la ley calle…”. Todas las intervenciones de Danilo, debido al lenguaje que utiliza, hacen alusión a esa ley despiadada que gobernaba sus acciones, la del más fuerte, la de la sobrevivencia. Danilo es el representante de una realidad, la indigencia en jóvenes y niños, y más adelante en el relato, se convertirá en un ejemplo de superación. “Yo estoy mamao de la calle… estoy mamao del ruedo… estoy mamao de robar… estoy mamao de las humillaciones… por eso es que ahora me estoy metiendo en unas vueltas más ásperas…” Y esas vueltas más ásperas de las que habla Danilo se refieren a su proceso de rehabilitación. Ásperas, porque reorientar la vida, para un joven que ha vivido y conocido los vicios de la calle desde los 9 años, no es nada fácil. Pero además, lo que expresa Danilo, cuando dice estar mamado de esa vida que llevaba y reclama por las humillaciones de las que era objeto, es la idea de la posibilidad de un cambio, y al decirlo, y al permitirnos escucharlo, se está poniendo en evidencia la necesidad del respeto, de su valor como ser humano. A través de lo que dice, se comprueba que Danilo ha recuperado esa dignidad que se había perdido entre los andenes. “Ahora cambio un bareto por un cuaderno, un arma por un taller, el deporte por un parche…”, “…la gente queda con la boca abierta, ya vio que uno sí…de ser un pegantero re áspero en el barrio, porque yo chupaba pegante en el barrio, ahora no, no lo hago, antes estoy dando un ejemplo…”
El lenguaje es una capacidad inherente de los seres humanos, por un lado permite el uso de la lengua y producir el habla, y por otro, hace posible que el individuo se apropie de su cuerpo y de las sensaciones, produciendo movimientos y gestos. El cuerpo también habla.
De Diego, el personaje principal del capítulo de El Ocio, se encontraron varios códigos referentes a su lenguaje no verbal. Diego tiene un tono de voz bajo, con un ritmo pausado, tiende a mover constantemente sus cejas al hablar, su sonrisa es pequeña, y continuamente coloca sus manos sobre la cabeza cuando está hablando. La lectura que se hace de esta gestualidad de Diego frente a la pantalla nos muestra a un joven tímido, introvertido, inexpresivo corporalmente, infantil en contraste a su lenguaje verbal que expresa madurez frente a la vida y el trabajo. La mirada de Diego es pensativa y sus ojos se mueven rápidamente a diferentes puntos, esto parece reafirmar el carácter indeciso del personaje, quien por algún tiempo anduvo desorientado y sin claridad respecto a su proyecto de vida.